Introducción - Testimonio
Tengo 65 años, tengo dos hijas y un hijo, y entre ambos tienen 6 niños. Desde el año 1992 vivo en Lüneburg, Alemania.
A mi hermana y a mí nos bautizaron en 1949 (evangélico protestante) y en 1959 recibimos la confirmación. Profesión formación profesional: administrativo bancario. Durante casi dos años fui comisario (náutico) en alta mar; después con la Panamericana como director de reservaciones; seguido de una formación profesional en gestión empresarial realizada por la Universidad Cornell, en Hoteles Hilton; para luego dirigir la venta en el Sheraton en München y más tarde también en el norte de Europa.
La independencia como empresario en el turismo hizo que desde 1975 mundanamente hiciera grandes procesos, hasta el fracaso en 1987, pero en el sentido espiritual me apartó cada vez más de Dios - El que conscientemente ya no cabía en mi vida cotidiana.
En diversas Metrópolis, mis colaboradores y yo, organizamos programas semanales para grandes grupos americanos de empresas famosas: así llamados viajes incentivos.
El año 1986, el día de la catástrofe de Tschernobyl, también para mí comenzó la catástrofe mundana - la que me sirvió para mi mayor salvación, con lo que entonces ni siquiera podía soñar a causa de mi muerte espiritual que hasta entonces todavía reinaba en mí.
Gula, fornicación, borracheras... las señales más típicas de la perdición de mi alma...
El año 1986 mi cuerpo empezó a pudrirse en las piernas, en la cabeza y en los codos. Y en el trasero se abrió para ya no curarse, y todo apestó asquerosamente.
Y cuando tuve que declarar la empresa en quiebra porque nuestros clientes en los EE.UU. por la contaminación de Europa anularon sus negocios firmemente concertados por los próximos tres años - y eso sin compensación, desde entonces yo ya no tenía ingresos para nuestra familia que entonces contaba 5 personas, de modo que tampoco tenía seguros de enfermedad... ¿Y qué médico o hospital atiende sin cobrar?
Cuando hice la última visita a un médico –al que de todos modos sólo visitaba cada dos o tres años para hacer un reconocimiento general– este sólo meneaba la cabeza, y con pocos gestos y pocas palabras me hizo comprender que lo mío ya no tiene remedio.
Después me llamaron la atención a una persona que tal vez podría ayudarme. Por eso, después de haber concertado una cita, me fui a la Alta Baviera. Allí, en una oficina en un sótano, primero tuve que esperar durante más que una hora, en la que entré en un estado de calma interior.
La mujer que luego entró me hizo cariñosamente una pregunta que iba a alborotar toda mi vida, pues esta pregunta me tocó como un rayo en tiempo sereno:
“¿Es que usted cree en algo superior?”.
Afirmando esta pregunta, después de una conversación muy agradable, pronto volví a casa. Allí llegado, me retiré al ático donde tenía mi dormitorio y mi biblioteca; y por primera vez en mi vida caí de rodillas y recé a Jesucristo, rogándole por Ayuda. En aquella noche, durante mucho tiempo, lloré a moco tendido; y aún siguieron dos noches parecidas a estas... largas oraciones en noches heladoras...
A eso el Padre celestial me llamó la atención a toda mi vida hasta entonces mundanamente totalmente degenerada, en todos detalles... y surgió en mí un profundo arrepentimiento, junto con el ruego por remisión.
En la tercera noche, después de la oración en rodillas, me senté en una silla y, empujado por un impulso interior, pasé mi mano derecha en poca distancia por encima de las piernas que se estaban pudriendo. Y a eso sucedió algo totalmente inesperado: Se formó una especie de pergamino sobre todos los lugares que se estaban pudriendo, de modo que ambos bajo-muslos finalmente quedaron herméticamente aislados de las influencias del mundo ambiente.
Palpando el conjunto, me di cuenta que en mi espinilla izquierda había un cariado profundo de una largura de un palmo... me parece que esto se llama caries de los huesos... Incluso el agujero en el cogote, los codos y el trasero cariados estaban cubiertos de la nueva piel... y desde esta noche empezó la curación.
En la oración de aquella noche rogué a Dios el Señor que por favor me lleve de la Tierra, dado que Él ya me había encontrado - o de hacer algo útil de mí, porque en adelante sólo ya quería servirle a Él.
Como respuesta me presentó la imagen de un callejón sin salida que me estaba conocido - un callejón de mi ciudad natal Lüneburg, y me señaló que ya me encontraba al final de este saco y que siempre de nuevo procuraba continuar por él... Pues me señaló que tal había sido mi estado antes de que Él entrara en mi vida corrompida - a lo que le indujo mi oración.
También me señaló que Él no iba a sacarme de ese callejón directamente hacia el Cielo, sino que por el mismo camino por el que he entrado también tenía que salir de él, tomado de su Mano, para volver por cada situación hasta entonces experimentada... para salir de ahí... para finalmente llegar a Él...
Lo que siguió tiene cierto parecido a Job, porque ante todo tuve que perder todo que yo había adquirido, de modo que bienes mundanos como seguros de vida, inmobiliarias, incluso la casa en que vivíamos... la familia que ya no quería saber nada de mí... Y luego, durante años, todos los pleitos jurídicos imaginables. Además, me consideraron un “marginado” porque me “atrevía” sólo interiorizarme y sólo exteriorizar lo que el Padre celestial me insinuó que lo dijera, hiciera o escribiera.
Con cada derrota mi alma quedó más fortificada - y sufrí muchas derrotas... Si no así, ¿cómo entonces podría un hombre jamás convertirse en humildad - si no por medio de humillaciones? Estas luchas continuaron hasta unos el año 2000, y de la noche a la mañana hubo silencio en todas las frentes que había - un silencio que perdura hasta hoy... Y “de paso” también mi cuerpo ha quedado completamente curado...
Todo loor y todas gracias a nuestro Padre celestial, Jesucristo, que para nosotros se vistió con la carne...
Al comienzo de esta nueva vida rogué al Padre que me introdujera en la Verdad, pues en casa tenía algunos muchos libros esotéricos, pero estos, en mi antigua vida, nunca me habían satisfecho. Eran unos cuantos mil en muchos cartones. Los di a la basura reciclable la que vienen a buscar cada tres meses.
Tomado de la Mano, Él me llevó por muchas iglesias de la orientación o “denominación” que sea, pero también por una cantidad de sectas y asociaciones que todas pretenden que tienen la Palabra de Dios y que viven conforme a ella. Para obtener del Padre la capacidad de la diferenciación, para mí hacía falta que Él me llevara de su Mano por todas estas instituciones - tal como está escrito: Examinar todo y guardar lo bueno...
En primer lugar, en lo que se refiere a la época, fui llevado hacia atrás, hacia las comunicaciones de su Espíritu recibidas por aquellos a los que llamamos los “Santos de la Iglesia”. Y ahora al leer estos libros el sentido interior de las palabras me quedó manifiesto, y me quedó claro que en estas escrituras únicamente con Jesucristo en el corazón se puede percibir el sentido de sus Palabras.
De esta manera llegué a la época de los patriarcas y me quedó claro que nunca había una época en que Dios hubiera guardado el silencio, sino que en cada centenario había grandes y pequeñas Luces de Él entre nosotros - en las iglesias organizadas y fuera de ellas, hasta a Jakob Lorber.
Hoy tengo una lista de libros que pongo a la disposición de cada uno que la desea. Se trata de perlas de Dios que, como una cadena de perlas, empalman con la Biblia.
A causa de mi ruego que me llevara a sus Fuentes actuales - bueno, de momento esto funcionaba sin que Él me avisara... mediante órganos que no recibieron Palabras de Él sino del mundo espiritualmente caído, de modo que funcionaba mediante hombres que habían dejado la Tierra atrás y que, sin embargo, todavía tienen raigambre en ella. De modo que funcionaba mediante seres humanos mediadores que viven en la Tierra - todo un efecto surtido por el adversario de Dios...
Sólo a finales de 1999 llegaron a mis manos dos fascículos que luego produjeron en mí aquella sensación que siempre experimenté cuando había llegado a Sus Palabras - las que Él en el curso de los centenarios había comunicado a sus siervas y siervos.
Se trataba de las comunicaciones de Dios a una costurera de Liegnitz, Silesia, que desde 1937 hasta 1965 tenía la voz interior, Bertha Dudde, que al principio tenía una suerte parecida a Hildegard de Bingen o Teresa de Ávila, y también parecida a Mechthild de Hackeborn y muchos otros.
El que bebe de esta PURA Fuente de Dios ya no pasará sed. Cada Palabra de Dios da al alma Fuerza y Firmeza, y por estas Palabras de Dios dirigidas a una de sus miles de siervas –como también a siervos que hubo desde los tiempos de Adán– nosotros también estamos introducidos en la Verdad - en la Verdad que es infinita.
Y un hombre, en su finitud, no puede percibir lo infinito ni ligarlo con un producto finito, dado que el ser humano mismo también es una criatura finita que no puede abarcar lo infinito, o sea, al Infinito en toda plenitud...
Esto, en pocas palabras, es una minúscula parte de la Salvación que el Padre celestial hasta ahora ha realizado en mí.
Desde aquel primer encuentro con Jesucristo sólo ya le sirvo a Él –El que es el Creador de todos nosotros–, lo que hizo que el mundo de mi entorno por lo pronto se quedara perplejo.
Anotado el 17.09.2007
Ingo Schneuing
SUPLEMENTO
En febrero 2008 mi madre de 94 años dejó la Tierra atrás para regresar al Reino del Padre - después de que yo podía cuidar de ella en su hogar durante más de dos años, lo que puedo recomendar a cada uno que todavía tiene madre y/o padre en la Tierra. Lo de acompañar y atenderla hasta en su última noche causó muchas penas y costó muchos esfuerzos, pero cada vez de nuevo el Padre celestial hizo que este trabajo resulte soportable.
Anotado en agosto 2009
Ingo Schneuing
Sorry..... no habla espanol but ingles y aleman
Comentario (4 comentarios)
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Simpáticas cortesías...
Pilar Ana
Saludos, Ismael Lorenzo, Administrador de la Red