No goza tanto un pájaro joven

cuando, con avidez, escala el aire

colmando de brisa e inmensidad su pecho

y rozando cada segundo la eternidad,

no goza tanto un río

cuando llega a su final

y el mar le deja extender sus aguas

en su vastedad infinita,

no goza tanto el campo

cuando amanece en el horizonte

y los primeros rayos del Sol

alumbran su prodigiosa primavera

como yo cada minuto de mi vida

en el regazo de tu corazón,…

A Mónica Mera

El comercio con la vida

es hiriente e infernal,

ser diferente es normal

y es de ley que se nos pida

la misma, a todos, medida,

tenemos que reprimir

nuestro anhelo de vivir

atropellando el instinto

por no parecer distinto

y del otro disentir.

Pero, al hallar el amor,

en el otro, liberamos

las ansias que acumulamos,

despojados de temor

y del amargo pudor,

expresamos nuestra esencia…

A Txaro Cárdenas 

     -Alfredo, ¿recuerdas que nos conocimos porque, a mi amiga Chelo, la volvía loca el policía que vigilaba junto a los puestos de la feria y me dejó sola para hablar con él? 

     -Sí, y tú te fijaste en mí porque llevaba media camisa fuera de los pantalones, ¿por qué lo dices?

     -Porque me la he encontrado hoy en la calle, su vida ha dado un giro tremendo, ahora está obligada por ley a acatar las órdenes de su marido... …

En tus labios, no hay corrupción,

tienen la inocencia de la infancia

y el resplandor del sol de la mañana,

son dulces como olas de miel

pero serenos

como un atardecer de otoño,

tus sonrisas son mariposas de luz

que se esparcen por el aire

ansiosas de juegos y alegría

pero, en la boca, tienes también el rigor

del amante de la soledad

y del espíritu indomable,

te la he de besar

con la pureza de un niño

y gravemente como si…

Frente a los otros, me siento

tan frágil,

tan pequeño,

tan sucio, tan indigno, tan impotente,

tan insignificante

que me creo medio hombre

viviendo una media vida,

merecedor de un medio afecto

y una media dignidad,

tan culpable, me siento, tan humillado,

tan digno de compasión, tan oscuro,

tan triste,

tan despreciable y horrible

que mi voluntad recela sofocada

y mi corazón, cargado de incertidumbre,

teme, duda y se…

A mi amada

   Cuando llegó al lugar donde le habían dicho que se encontraría con el dirigente de la ONG, vio que había un hombre rubio al lado de una mujer bellísima, morena y de tierna mirada. Se precipitó a saludar primero al hombre creyendo que era el dirigente pero este dijo prestamente:

     -Soy el traductor.

     Entonces, le dio la mano a la mujer con una gran sonrisa que ella secundó y se sentaron los tres.

     La mujer abrió el diálogo diciendo en…

Niña, mi locura te preocupa

y la combates de firme

con el ejemplo de tu propia sensatez,

tan sencilla es tu filosofía

que seguirla no deforma mi esencia

y, cada vez, mi espíritu

se comporta más saludablemente

y se hace más libre,

eres lo que más quiero en la vida

y ¿como no voy a sentir placer

en parecerme cada vez más

a mi tierna niña?

Soy, de natural, encogido y temeroso,

melancólico y exagerado

y tú eres muy diferente…

Complacidas en su tibieza,
las almas sometidas
entretienen su apagada vida
batallando contra la inocencia.

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A Francisco Almarcha Martínez

Viola mi comportamiento
las maneras preceptuadas,
sensatas y autorizadas,
y los dueños del aliento
me muestran su descontento,
quieren que sienta otra cosa,
más bonita y pudorosa
o que la finja ladino
para parecer más fino
y arrojar tierra a mi fosa.

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Una mañana de primavera,

iré a tu alcoba

con una rosa blanca para ti

y tú estarás dormida

con tu dulce torso descubierto,

me aproximaré a ti

deslumbrado y conmovido

y, rebosando de gozo por tu belleza,

acariciaré con mi flor,

solo con ella,

tus blancos pechos

para hacerlos parte de ella,

tus pezones serán sus estambres,

tus cándidas mamas,

su ondulada corola,

sinuosa como las olas 

de un lago de…

A Susana Escarabajal Magaña 

     Había tenido dos novias hasta aquel momento. La primera fue una chica muy religiosa, ultracatólica y ultraconservadora. Quería infundirle respeto y sumisión hacia todos los seres que ella imaginaba que estaban por encima de ella y menosprecio y desdén por los que quedaban más abajo. Le decía que lo amaba mucho, tanto como a ella misma porque así se lo ordenaba Dios pero a Dios lo quería mucho más porque Dios era todo perfección y amor y él,…

A María Farres Cio

La peor traición humana
es la que hiere un orgullo
que dormita en un arrullo
y no agravia ni se ufana
buscando una gloria vana
pues quien, sin razón, humilla
no tiene el alma sencilla 
sino helada y mentirosa,
desleal e indecorosa
y amante de la rencilla.

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No es motivo de orgullo

lo que asen nuestras manos

con las entrañas heladas,

la lisonja de la patria,

cargada de infantil vanagloria,

la vacía tradición,

mezquina y seca,

el orgullo falso del jactancioso,

pusilánime y despreciable,

la hipócrita y fría honra,

en la que nadie cree,

las comodidades y placeres del indolente,

que aplastan los derechos, 

el honor público, corrompido y hueco,

del hombre de…

Si la vida es tan normal,

si tú eres

tan parecida a todas las otras mujeres,

si la belleza que mi mirada percibe en ti

es tan corriente que la hallaría igual

a un kilómetro de mi casa,

si podría amar

a otro ser humano

de la manera que te amo a ti,

si podría olvidarte y marcharme de tu lado

sin que se me partieran las venas,

si no eres más

que un accidente que no pasa

más adentro de la piel de mi corazón

y no te llevo en…

A mi amada

Te daría tantos besos
como perlas guarda el mar
pues los que dejo de dar
son tantos y tan espesos
que me duelen en los huesos
y aunque, mil años, viviera
y a mi lado te tuviera
la cara te besaría
cien mil veces cada día
con la decisión más fiera.

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En verano, tus vestidos

prescindirán, quizá, de las mangas

y, tal vez, luzcas

desnudos tus brazos,

yo quiero verte así

porque parecerás una rosa fresca,

quiero verte andar por casa

con tu ropa cómoda

en esos meses del estío

desbordantes de luz,

a veces, cuando estés sentada,

me acercaré por detrás,

deslizaré a un lado tus tirantes

y besaré tus hombros,

blancas cimas que parecen panales

porque rebosan de…

A mi amada 

     Todo el trayecto hacia la casa de su futuro suegro el día de la boda lo hizo sufriendo. Le llevaba como dote una burra que no paraba de hacer locuras. Era el mejor de los animales que tenía, de muy buena casta y apariencia pero él quería caminar a un ritmo uniforme y tranquilo mientras que la burra tan pronto se paraba como aceleraba el paso; además, lanzaba unos rebuznos que retumbaban en sus oídos y se rascaba sin cesar el costado con los dientes dando…

A Ana Frank y los niños palestinos

Como viento de invierno
se extiende el sufrimiento en la Tierra,
como río de hiel,
avanza por los siglos
sin que el corazón del hombre
despierte de su indolencia
ni perturbe su espíritu
el resquemor de la vergüenza.

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Tú y yo no nos asustamos
de la inmensidad del cielo
o del desembarazo del viento,
somos almas gozosas,
entregadas a la vida
y odiamos las viles cadenas,
que solo traen sufrimiento.

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Espíritu de piedra,
aliento de invierno y tumba,
has arrastrado al mundo
a tu infierno de vanagloria y posesión,
si escucharas la voz de tu conciencia,
tu corazón se estremecería.

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