Pasado mañana (jueves) llega a todas las carteleras locales la nueva película en 3D de LOS PITUFOS. Tres pitufos sueltos, en 3D; los conocidos personajes del cómic y la TV, en la gran pantalla, es una película de Columbia.

La llegada de LOS PITUFOS al gran mundo animado que hoy imponen los estudios de Hollywood pués ni más ni menos se apoya en varios antecedentes muy cercanos.
El cruce que veremos a partir de pasado mañana entre algunos personajes de fantasía (en este caso, ese mundo propio de simpáticos seres azulados) y otros de carne y hueso como de las que ya se tuvo experiencias recientes y diversas, por ejemplo, de la mano del gato Garfield, el genial perro Scooby Doo, el oso Yogui, Alvin y las ardillas, y las cobayas o cuyes de Fuerza G. (que eran agentes especiales).

Pero esta nueva incursión llega a la vez incorporada en otro contexto.
Las aventuras mencionadas, con los matices de rigor, podrían encontrar como denominador común un cierto carácter contemporáneo de origen e identidad.
A primera vista, LOS PITUFOS no parecen ajenos a esta tendencia: les tocará vivir a partir de pasado mañana -en el film cuyo estreno anuncia Columbia pictures - múltiples peripecias en la ciudad de Nueva York de nuestros días.

Pero el origen de todo habrá que buscarlo más atrás en el tiempo y bien lejos de la Gran Manzana, tan recorrida en los últimos días en clave promocional por los gnomos azulados: fueron vistos paseando por el Central Park, deslumbrados por las luces de Times Square y hasta tocando la campana de la apertura de la rueda bursátil en Wall Street.

Del otro lado del Atlántico, en los cuadritos de una historieta publicada por primera vez en una revista belga, los pitufos nacieron el 28 de octubre de 1958. Su autor tenía un apelativo ("Peyo") infinitamente más conocido que su nombre y apellido real, Pierre Culliford, nacido en Bruselas de padre británico y madre belga. El país natal de "Peyo" es una de las claves de esta historia porque, más allá de esta novedad, la "conexión belga" empieza a incorporarse como un elemento novedoso al mundo de animación made in Hollywood y al cine de entretenimiento y alto impacto visual que sigue confiando en la atracción del 3D.

Bélgica, un país bilingüe que durante buena parte del siglo XX adquirió un elevado nivel de cantidad y calidad en materia de animación gráfica, no sólo es la tierra de origen de los pitufos.

En el caso de "Peyo", los reproches resultaron muy variados. Hubo quienes dijeron que los pitufos eran la representación del comunismo (en alusión a la vida en una aldea presidida por un anciano de barba con gorro rojo y donde cada poblador es identificado con su oficio) y quienes también hablaron de una extraña conexión con el Ku Klux Klan, porque todos lucían uniformes blancos. "No hay ningún mensaje político en Los p itufos -señaló el biógrafo de "Peyo", Huges Dayes, al diario español Público, hace unos días-. "Peyo" jamás se preocupó por esas cosas, porque era un entusiasta de la niñez y de los mundos fantásticos de los cuentos de hadas. No era un intelectual, sólo un creador de cómics. Es cierto que el libro El r ey pitufo es una inteligente sátira sobre las elecciones. Pero es lo único político que hizo."

Para Dayes, la inspiración de "Peyo" estaba más cerca de Blancanieves y los relatos de Disney que de la propia -y complicada- realidad europea que lo circundaba en tiempos de posguerra. "Las únicas dos ideas originales que tenía respecto de los pitufos fueron su color azul y la ropa blanca. Además, estaba el lenguaje: ellos hablan en pitufo y los humanos no pueden entenderlos."

Este mundo de diminutos seres azules ( Les Schtroumpfs , en el original francés), que habitan en hongos con forma de sombrero, ganó inmediata popularidad, primero en el mundo francófono y luego más allá de esas fronteras. Hoy se sabe que más de 300 millones de figuras con ese perfil se vendieron en todo el mundo, y existen no menos de 3000 productos diferentes con la marca pitufa en el orillo. El éxito se amplió aún más gracias a la serie televisiva producida por los estudios Hanna Barbera (que hoy todavía puede verse en cable a través del canal premium Tooncast), que además potenció la figura del villano humano, Gargamel.

Ahora, después de dos largometrajes que sólo trascendieron en Francia y en Bélgica, Los p itufos buscan reforzar su reconocimiento global de la mano de Hollywood, con una superproducción de 120 millones de dólares en 3D, con Nueva York -como dijimos- casi como un personaje más y el aporte de un par de conocidas figuras de la TV: Neil Patrick Harris ( How I Met Your Mother ) y Jayma Mays ( Glee ).



http://youtu.be/Yh6bJO3RRbc