GENERACIÓN 

Soy tu generación, mi propia huella.

Aquel surco que trazaste

y yo empapé con mis heridas.

Somos estas palabras crecidas

cual noctámbulas estrellas.

Somos nuestra propia luz, tal vez la niebla

a la orilla de un año y otro año,

que ganamos o perdemos tras ese sueño extraño

y tanto sueño puebla…

Soy ustedes acaso y ustedes y los otros

que soy yo viviendo desbordados en canciones.

(¡Somos nuestros mismos rostros

Soy ustedes, estrellas desprendidas

del ámbito social cual chispas vivas

en simples corazones

 

 

HAY DÍAS

 

 

Yace tranquilo el ímpetu

y la acción del músculo

languidece en la modorra.

Flácida la tensión

y el habla muda…

Como de piedra

el párpado cerrado.

En días como estos

la pasión fenece.

 

AMANECER

 

Se curva el equilibrio al Sur o el Norte.

Los ayeres en sus frágiles barcazas

navegan entre las brumas

que se ha hecho olvido.

 

Al Sur o al Norte la inconsciencia del Ser,

la no balanza en la cicatriz de la mentira.

 

El equilibrio curva entonces

hacia los esteros de la culpa

y allí va tejiendo la mortaja,

acuchillando un gladiolo de culpa

en la herida del día que sangra y me saluda.

 

TE DIGO QUE…

 

El sueño es un páramo accidental

donde los querubes pierden la inocencia.

Es bueno soñar con las gaviotas

(No me preguntes por qué)

Porque no me explico tantos sueños

despedazados en el acantilado del olvido.

Hay otros sueños, otras magnitudes,

otros sortilegios

pero a estos déjenlos tranquilos

en la apacible estancia de sus cristales amarillos,

sus gardenias  y puñales.

 

ESCRIBIR

No hay silencio

sino su aroma levitando

en la palabra que no ha nacido

que no es esencial, que no es silencio.

No hay vértigo alguno, sino tú y tus miserias frente a ti

observando cómo llegan las palabras

madurando unas tras otras.

No es el silencio, ¡no!

es esa coartada contra la muerte,

contra el olvido

y contra la palabra misma, nuestra máxima enemiga...

 

HECHIZO

No lo señales.

Déjalo en la paz

de la piedra y la maloja,

en la desazón de lo increíble,

en el desasosiego del palo santo

o la yerba buena.

Un lazo rojo lo marca,

una pluma negra

le alza el vuelo.

Dile ¡no! a tus miedos

y tribulaciones.

Los granos de maíz

y aquella fruta seca

son los baluartes

que alimentan

el oscurantismo.

 

 

COMÚN UNIÓN.

 

Entregamos nuestro pan

como una ostia

y, en la vendimia de algún viernes

bebimos el vino del placer

con las manos unidas

en un rezo orgásmico.

 

 

 

CASA DE LA INFANCIA

 

Enorme sitial en mi memoria.

Pequeña catedral de la infancia

y el sosiego…

Hoy perteneces a la historia

que guardo en la memoria,

la que el tiempo nunca empolvará

la que nunca jugará sus naipes

al revés, a contrapartida

de la muerte.

Por alguna parte han de estar

las huellas de mis primeros pasos.

Rebotando contra las paredes

los ecos de mis llantos

de niño enfermo

Por allí mis fiebres y las ansias sobre todo

de niño todavía, trastornado

en la complicidad de las hormigas.

Llevo en mi memoria

su humilde condición de casa;

entretejido en mis sueños

su alquimia hogareña

junto al aroma de quicalias

asomando sus colores

a través de la ventana

de aquel pequeño sitio

donde madre

era la reina de los olores y sabores

 

TRIGO

 

Amasado con arte y devoción

y llevado a la bravura del horno

el trigo convertido en pan

llega a la mesa.

Su tierna masa de suavidad femenina

afianza las mañanas en el desayuno.

Selecto trozo de alimento,

manjar de buenos días.

Te bendigo en mis mordidas,

en cada trozo de paz que en ti, mastico.

  

 

CELADAS DEL SUEÑO

 

No te ciegue la sed

la luz no enmudezca tu voz

sé ecuánime y firme

ante las emboscadas del sueño.

No pierdas los sentidos

ante los fracasos y reveses.

Sé firme en tus convicciones

ecuánime en tus progresos

justo en las decisiones

y cuando sientas

la mariposa de la desidia

revolotear tus contornos…

¡despierta…!