Entrevista por Ernesto R. del Valle
Al terminar de leer su poemario Feroz Eucaristía, me propuse tener una conversación muy seria con la autora, la bonaerense Rafaela Pinto.
Luego me llegó de su autoría A medias media noche y entonces sí confieso que se me hacía impostergable dar a conocer a esta autora, porque Rafaela no es una poetisa de fácil lectura, hay una independencia total en los textos que forman sus poemarios de allí parten las reflexiones, las dudas y la interpretación de su “otro yo” que le va comunicando la impronta en el qué decir y cómo hacerlo. Solicité una entrevista la cual aceptó de manera cordial, eso fue hace mucho tiempo, hoy veintiuno de Enero, me llega esta nota: Ernesto, disculpa la demora, pero estos días han sido de miles de inconvenientes, todos pequeños y de ninguna gravedad pero cuando vienen por docenas ocupan tiempo.
Rafaela Pinto ejerce su profesión de abogada en asuntos de derecho civil. Especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial, se ha desempeñado durante varios años como colaboradora académica ad-honorem en el Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial de la Fuerza Aérea Argentina, dedicándose en particular a la investigación en materia de jurisprudencia de esa rama del derecho. Es, asimismo, profesora de literatura y lengua italianas, graduada en la Asociación Dante Alighieri de Buenos Aires.
P.- Cuéntame de tu infancia, tus padres, la casa de tu niñez
R.- Nací en la ciudad de Buenos Aires, hija de padres italianos oriundos de Calvello, un pueblo agrícola de la Lucania, al sur de Italia. Eran los días del apogeo del gobierno de Juan D. Perón. Mi madre había llegado con sus padres y su hermana a los trece años, y mi padre lo había hecho varios años después, a sus 23, allí se conocieron y se casaron. Mi padre ejerció el oficio de sastre y mi madre trabajó como peinadora en su propio local. Todo ello en el barrio en el que todavía vivimos mi madre y yo: el barrio de Boedo.
La casa en que nací era la casa de mis abuelos maternos, una de esas típicas de los 50, muy cerca del Gasómetro, el viejo estadio del Club San Lorenzo de Almagro, en la Avenida La Plata, Mi lugar de juegos de niña fue el Parque Chacabuco distante unas diez cuadras de mi casa.
Cursé mis estudios en la escuela pública, habiendo hecho la secundaria en la entonces prestigiosa Escuela Normal Nro. 4.
P.- ¿Tu afición a la lectura fue por esa época?
R.- Puede decirse que se incentivó mi vocación por las letras de la mano de mi profesora de literatura de primer año, que me abrió las puertas de un mundo que me dejó deslumbrada y del que me enamoré definitivamente.
P.- Qué autores te deslumbraron?
R.- ¿Quiénes?, Por ejemplo Los poemas sencillos de Baldomero Fernández Moreno, los de Gerardo Diego, los de Juan Ramón Giménez, la Marianela de Benito Pérez Galdós, las obras de Alejandro Casona... y tantas otras. Más tarde me dejaría cautivar también por la prosa de Ernesto Sábato y los cuentos de Cortázar me llegarían a abrir en dos el corazón.
(CORTE UNO)
“Ha frecuentado los espacios literarios de la red, interactuando con poetas y narradores del mundo de habla hispana en foros como Ultraversal y Sala de Escritores, habiendo moderado durante un par de años, el de su creación: Biofragua. También colaboró hasta su desaparición en la publicación digital "mediosenlared", con una columna bisemanal a través de la cual se propuso dar a conocer los trabajos de valiosísimos poetas contemporáneos no incorporados al circuito comercial. Actualmente forma parte del directorio de escritores de Biblioteca Digital Siglo XXI e integra el de REMES (Red Mundial de Escritores en español).”
P.- Por esas OBRAS se te abrió la pasión por la lectura?
R.- Había aprendido a amar la poesía con mi padre, lector ferviente de los grandes poetas italianos y enamorado de la Divina Comedia, de la que también me prendaría yo al cursar mis estudios en la Dante Alighieri. También debo decir que el primer atisbo de vocación por la escritura se dio en la escuela primaria, tal vez en 5to o 6to grado en que escribí -no sé cómo ni por qué ni si se me ocurrió a mí o si se me sugirió- un "poema" titulado Mi bandera. Lo único que retengo es algo así como: "La Patria toda/ a ti venera/ blanca y celeste/ es mi bandera". Jajaja....
El otro, por el que fui felicitada calurosamente por mi profe de Literatura (aquella de la que hablaba antes) fue un trabajo que se nos propuso a todas, siguiendo la estructura de un poema de Federico García Lorca.
El de Federico era:
Alto pinar
cuatro palomas por el aire van.
Cuatro palomas
vuelan y tornan
llevan heridas
sus cuatro sombras.
Bajo pinar
cuatro palomas en la tierra están.
El mío:
Quieta laguna
dos cisnes aletean en un vuelo de espumas.
Dos frágiles cisnes
agitan las aguas
heridas de pena
sus dos alas blancas.
Sangrienta laguna
dos cisnes agonizan en un temblor de plumas.
Y luego vinieron los años y la vida
P.- Eres abogada en derecho aeronáutico y espacial, cuéntame, cómo sucedió eso?
R.- Contra mi vocación, a la hora de elegir carrera opté por el Derecho, que cursé en la Universidad de Buenos Aires. A partir de ahí me dediqué de lleno a trabajar en mi profesión, a perfeccionarme, hacer cursos de actualización, es decir, a procurar ser cada día una mejor abogada, lo que incluyó hacer la especialización en Derecho Aeronáutico y Espacial, colaborar dando clases en el Instituto de Derecho Aeronáutico y Espacial y publicar en revistas especializadas algunos artículos referidos a jurisprudencia aeronáutica.
P.- ¿Y tu vocación literaria en la penumbra?
Sí, llegué a mis 50 años con las energías y el tiempo dedicados al trabajo y a las cosas de la vida, y mis ganas de escribir siempre insatisfechas. Sin embargo ahí estaban, haciendo presión desde adentro y animándose a asomar apenitas muy de vez en cuando. Es curioso cómo escribía de cuando en vez algunos versos en un papel cualquiera y lo guardaba, pero entre una y otra vez podían pasar seis meses o tres años.
P.- Y cuándo te decidiste a decir, “¡no, yo soy poeta, lo llevo en la sangre!”
R.- Al cumplir los 50 sentí que el momento había llegado sí o sí: era entonces o era nunca más. Había en mí una necesidad de escribir que de tan contenida me rebasaba, pero también había un gran interrogante: el de saber si tenía talento como para escribir o si solo era capaz de volcar mi fantasía o mis vivencias en palabras, sin ningún valor literario.
(CORTE DOS)
“Publicaciones de Rafaela Pinto:
-Feroz Eucaristía (Ediciones Botella al Mar, Argentina, 2008), poemario que resultara finalista en el IV Concurso Nacional "Macedonio Fernández" de Poesía (Lomas de Zamora, Argentina - Año2007) y que mereciera la "Faja de Honor 2009" de la SADE seccional Tafí Viejo y de la Societá Dante Alighieri de Tafí Viejo (Argentina).
-Monseñor (Editorial Bubok, Madrid, España 2010), novela que integra como Volumen II la Colección Biblioteca Digital Siglo XXI.
- A medias medianoche (Ediciones de las Tres Lagunas, Argentina 2011) publicación Primer Premio en Poesía del Noveno Certamen Internacional Junín País 2010.”
P.- Eso sucede, uno nunca se conoce a sí mismo, hay dudas, ¿y qué hiciste?
R.- Curiosamente me negué en un principio a la poesía y encaré la narrativa. Quería contar cosas, hechos, historias que conocía y aspiraba a volcar enriquecidas con mi imaginación, por lo cual lo primero que escribí fueron unos cuentos -malos, por cierto- que envié a un certamen de la Fundación Avon (que convocaba exclusivamente a mujeres) con los que, por supuesto, no gané nada. Pero ese fue el germen de lo que habría de fructificar más tarde. Y no obstante mi opción por la narrativa, la poesía me esperaba. Como todavía trabajaba full time no tenía tiempo para concurrir a talleres literarios,
P.- Ciertamente tenías una situación difícil, ¿y qué sucedió?
R.- Que apareció Internet como un medio eficaz, práctico y cómodo de comunicarme con gente de todos los países de habla hispana con idéntica vocación. Y empecé a frecuentar los foros que entonces eran, si se aceptaba interactuar con los otros, recibir sugerencias, investigar, estudiar y compartir conocimientos, verdaderos talleres de sorprendente utilidad. Allí crecí en las letras y casi me vi empujada a abrazar la poesía. Casi que la poesía me abrazó a mí.
P.- Volviendo a tus estudios de Derecho, ¿hay algún nexo que vincule a esta carrera con las Letras?
R.- Si te interesa saber si creo que existe un lazo que vincule la vocación por el derecho con la de la escritura, te diría que no. Considero que podemos tener vocaciones muy diversas, todas válidas, sólo que por circunstancias favorables, o por acceso más fácil a ciertas carreras o por la posibilidad de que nos permitan vivir de una determinada profesión, tomamos uno u otro camino. Creo que pude ser muchas cosas que me hubieran gustado: actriz (de hecho estudié teatro durante un par de años y creo que no me faltaban condiciones, aunque lo hice recién a los 42, otra de mis asignaturas pendientes), pude haber sido kinesióloga, fotógrafa, agente de viajes... y en todas esas actividades me parece que hubiera estado muy a gusto.
P.- He leído tus dos poemarios, gracias a tus envíos, Feroz Eucaristía y A medias media noche y realmente he encontrado en ambos poemarios una fuerza tremenda, a ambos los he leído varias veces, dándole varias lecturas, enfrentándolos y veo que la lírica de Rafaela Pinto es –como digo en uno de mis artículos- de precisión en sus palabras, pero abrupta, dura, que va obligando al lector a escuchar dentro de sí, las impresiones y sentimientos que le asaltan y lo arrinconan de manera avasalladora.
La periodista paraguaya, Delfina Acosta, en su artículo Eucaristía Feroz comenta lo siguiente:
“Los elementos naturales de la poesía suelen ser el mar, la nieve, la flor en la rama, el ciervo escurridizo, los arrecifes, los valles, aquel paisaje atravesado por los remos del canoero que sube la corriente del río dorado y espejeante. Nada de esto encontrará el lector en los poemas de Rafaela Pinto, porque la escritora y poetisa toma como paisaje el hombre, el ser humano de anteayer, de ayer, de hoy, que se multiplica en su dolor, en sus angustias existenciales, en su espera de una voz divina, en su amor sin cura.”
Puedes hablarme del proceso de creación de esos poemas?
R.- - Cierto es que cada corazón tiene su voz y que el mío, a la hora de expresarse, no es de aquellos que "suenan" lánguidos. Los poemas que figuran en esos dos libros son todos poemas "potentes", nacidos de emociones fuertes, que han movilizado esos versos que rasgan, que fracturan, que incluso pueden tener diferentes lecturas en algunos casos y que yo creo, que la lectura que cada uno haga ha de deberse a que se integra a la propia emoción, a la propia experiencia. Es el momento en que el lector descubre que ese poema "lo lee" a él. De allí que pienso en la importancia del lector en el proceso de creación: el lector "integra" el poema, lo totaliza, y de cada lector pueden nacer de un mismo poema, poemas "diferentes". Por hablar de uno concreto, un día fui a misa y en la entrada de la iglesia había un afiche enorme sobre la campaña de Caritas. En el afiche se veía, en plena tierra desértica, sin construcciones ni vegetación, un prolijo altar portátil, con un techo que protegía a los sacerdotes oficiantes, a los que se veía en el momento de la consagración, limpios y prolijos con sus impecables casullas blancas bajo las cuales asomaban zapatos de cuero bien lustrados. Los asistentes al oficio eran un grupo de niños negros, de diferentes edades, todos andrajosos y descalzos, sentados al rayo del sol sobre troncos improvisados como asientos. Como verás, era demasiado fuerte el contraste para no advertirlo ni para que no generara un nudo de emociones que me obligaron al llegar a casa a escribir los versos de Feroz Eucaristía (poema que da título al libro) así de fuertes, así de impiadosos, tan cortantes como el sentimiento que los generaba, y tanto como para que "fotografiaran" debidamente lo que se veía en ese afiche.
El proceso es similar cuando el disparador es mi experiencia de vida como mujer, el tatuaje en el alma que dejan las raíces y que un día cualquiera, al recordar o hallar una fotografía moviliza esa voz del corazón, o los temas que siempre merodean al ser humano como la muerte, el olvido, el amor, el desamor, las pérdidas, el regreso...
(CORTE TRES)
“Otros reconocimientos:
-Mención de honor en el Concurso Internacional Letras de Oro del Bicentenario 2010 otorgado por HonorArte, por su poema Versiones de la sombra.
-Mención de honor y Mención Especial, género poesía, otorgado por el Círculo de Escritores Pehuajenses por su trabajo "La misma espina" en el Concurso Literario Nacional La Pluma de Plata 2011.
-Mención de honor, género narrativa, otorgado por el Círculo de Escritores Pehuajenses por su trabajo "Como nunca" en el Concurso Literario Nacional La Pluma de Plata 2011.
P.- Hablemos de Monseñor, porque según me dices, no tienes mucha experiencia en narrativa y que recién hará unos tres años que volviste a ella (o que te iniciaste en ella, ya que apenas te habías asomado a sus dominios)
P.- Sí, me puse a ensayar sus técnicas, lo que me resultó sumamente estimulante. Y aquí debo decir que el haber escrito y publicadoMonseñor, se lo debo pura y exclusivamente a Tania Alegría. Ella fue la que leyó un relato mío en Sala de Escritores, me hizo ver sus defectos y me señaló que ahí tenía yo el germen de una novela, que no tenía más que sentarme a escribirla. Confieso que no me creía capaz de eso, me parecía que una novela tenía una envergadura tal que no era acorde con mis posibilidades. Pero Tania no dejó de alentarme, no abandonó el seguimiento de la empresa y así finalmente vio la luz Monseñor. Escribir una novela es muy distinto que hacer poesía: a mí por lo menos la historia me invadió serena pero firmemente, ya que aunque solía escribir por la noche, durante el día los personajes estaban en mi mente "viviendo" el capítulo siguiente.
P.- Hablemos ahora del proceso de creación, ¿cómo surge, cómo nace, al fin, la novela.?
¿Cómo nació Monseñor? De un relato mal escrito, cuyo argumento central fue tomado de la vida real. Siempre que hago narrativa los argumentos se basan en hechos reales, aunque el desarrollo de los hechos o el cierre del asunto puedan diferir de los efectivamente sucedidos, o incorpore personajes que en la realidad no hayan formado parte de esa historia.
P.- Interesante, pero volvamos a tu fuerte, la poesía, por qué no usas signos ortográficos, en algún lugar leí que te sentías más libre, etc. Cuéntame
R.- Eso surge en mi última etapa. He resuelto prescindir de mayúsculas y signos de puntuación. Sé que no siempre gusta eso, y que a muchos se les dificulta la correcta lectura del poema. Pero a mí me atrae definitivamente ese despojo de signos, me seduce dejar que las pausas versales sean las que conduzcan la correcta lectura del poema y el espacio que marca la separación de estrofas obre como un punto ineludible. Para mí basta, al menos en esta etapa de mi vida poética, más tarde se verá si sigo sintiendo esta misma necesidad que te diría es casi visceral.
P.- Te sientes muy influida por la poetisa y compositora uruguaya, Idea Vilariño, poeta muy sensual, perdurable y romántica; por la poeta y periodista, Ana Emilia Lahite y por el poeta bonaerense, de inspiración cristiana, Francisco Luis Bernárdez, ¿Hay otros?
R.- Bueno, sí, debo mencionar también al poeta y médico rural Baldomero Fernández Moreno, pero debo decir que para mí más que poetas hay poemas. Poemas que elijo y guardo porque siempre llega una hora en que se necesita tenerlos a mano y releerlos para poder seguir viviendo. Sin embargo, no quiero dejar de nombrar a poetas contemporáneos que he tenido la suerte de conocer en la red y cuya obra es impresionante por su belleza, su perfección formal y la fuerza poética de sus versos, tales como Carlos Casellas, Carolina Catalano (ambos argentinos), José Luis Jiménez Villena, Rafael Valero Oltra (estos dos últimos españoles recientemente fallecidos), Sabeli Ceballos Franco (mexicana), Tania Alegría (brasileña) y tantos otros que día a día y silenciosamente construyen una poesía de altísimo nivel.
(CORTE FINAL)
Publicaciones:
-Feroz Eucaristía (Ediciones Botella al Mar, Argentina, 2008), poemario que resultara finalista en el IV Concurso Nacional "Macedonio Fernández" de Poesía (Lomas de Zamora, Argentina - Año2007) y que mereciera la "Faja de Honor 2009" de la SADE seccional Tafí Viejo y de la Societá Dante Alighieri de Tafí Viejo (Argentina).
-Monseñor (Editorial Bubok, Madrid, España 2010), novela que integra como Volumen II la Colección Biblioteca Digital Siglo XXI.
- A medias medianoche (Ediciones de las Tres Lagunas, Argentina 2011) publicación Primer Premio en Poesía del Noveno Certamen Internacional JunínPais2010.
Poemas de su autoría han aparecido en prestigiosas páginas especializadas de la red, como Auténtica Poesía, Letralia, Revista Remolinos, Revista Perito, La Pájara Pinta y Guatiní. Trabajos suyos fueron seleccionados para las antologías Rósea (Poesía, Editorial Bohodon, Madrid, 2008) y Tarta de manzana (Narrativa, Editorial Bohodon, Madrid, 2009).
P.- ¿Y sobre los prosistas Rafaela?
R.- En cuanto a los prosistas, tengo especial debilidad por nuestro querido Julio Cortázar. García Márquez y Vargas Llosa resultan ineludibles si hablamos de narrativa en lengua castellana. Entre los argentinos contemporáneos me gusta mucho Angélica Gorodischer. He disfrutado Seda, de Alessandro Baricco y Donde el corazón te lleve, de Susanna Tamaro. Últimamente me han gustado mucho La elegancia del erizo, de Muriel Barbery y El lugar del padre, de Angela Pradelli.
P.- El lugar del padre, creo que esa novela fue Premio Clarín en el 2004, no he leído la obra pero sí algunos comentarios en la Internet.
La antología de cuentos, La joven guardia, compilada por Maximiliano Tomas, y publicada en Argentina hace siete años, fue una Edición muy importante en la constitución de lo que más tarde comenzó a llamarse Nueva Narrativa Argentina. ¿Cómo ves, la actual literatura Argentina a partir de esta Antología?
R.- La veo rica, hay un grupo potente de escritores jóvenes talentosos que avanzan a paso firme en el panorama de las letras argentinas, y están teniendo una presencia definida en el mundo literario de habla hispana en general. Si bien es la más emblemática, o tal vez la más conocida, La Joven Guardia no es la única antología de cuentos publicada en los últimos años por estos lados, también se publicó En celo (Editorial Sudamericana) cuentos seleccionados por Diego Grillo Trubba y Una terraza propia (por Florencia Abbate). Estas antologías reúnen a autores que tienen en común la generación a la que pertenecen -nacidos en su mayoría en los 70 y el mérito de haberse despegado de Borges y Cortázar, como bien dice Ana María Shua de ellos. Por lo demás debe decirse que tienen voces y temáticas diferentes, pero todos ellos parecen haberse abierto camino y han publicado libros individuales. De los más jóvenes que he leído me gustan Gonzalo Garcés y Andrés Neuman.
P.-¿Qué proyectos tiene ahora mismo Rafaela Pinto?
R.- Terminar una novela de la que apenas tengo escritas unas treinta o cuarenta páginas. Es una historia muy dura, cuyo personaje central es un individuo marginal, muy joven, nacido en el campo en el seno de una familia honesta pero que lleva en sí un germen de violencia que lo conduce al homicidio.
Seleccionar el material para un libro de poemas que quisiera publicar este año, con mis sonetos y poemas estróficos. Tal vez se tituleVerso delirio.
Terminar una serie de poemas en verso blanco, dedicados a los misterios del Santo Rosario, es decir, uno por cada misterio. Posiblemente esos veinte poemas se integren con uno que encabece la serie, una suerte de poema de amor a María, y se cierre con otro poema, algo así como un poema de amor a Jesús. Tengo escritos los cinco correspondientes a los Misterios Gloriosos y dos de los Dolorosos.
P.- Algo más que agregar?
Sólo mi agradecimiento a todos los poetas y escritores que he encontrado en el camino de las letras, especialmente en la red, y que me han enriquecido con su talento, con el intercambio generoso de conocimiento, con el estímulo de su lectura. Gente que ha moderado foros que han sido verdaderas escuelas de poesía y narrativa como la Sala de Escritores, que tú también has transitado, y en ese caso el mérito es de la incansable Tania Alegria, de los que dirigen publicaciones virtuales como tú con tu Revista Guatiní, es decir, a todos aquellos que día a día contribuyen a mantener viva la vocación de tantísimos que tenemos esta divina manía de decirnos en las letras.
P.- Gracias por tu tiempo estimada colega.
R.- No, Gracias a ti por la deferencia de darme esta oportunidad de comunicarme con tus lectores.
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