El fracaso de la Coca-Cola ochentera que terminó hundiendo a Cantinflas en México

La competencia entre Coca-Cola y Pepsi por posicionar su marca y renovar el mercado de sus consumidores en la década de los 80’s llevó a la creación de productos que resultaron en fracasos. El problema es que afectaron también a celebridades de talla internacional. En el caso de México ocurrió con Cantinflas.

Bien dicen que si algo funciona de maravilla, no le muevas nada. Pero en abril de 1985 Coca-Cola quiso moverle a su fórmula original hecha con azúcar para lanzar un refresco elaborado con jarabe de maíz que fuera del gusto de la población juvenil. Le preocupaba atender a ese sector debido al alza de ventas que registraba Pepsi entre los jóvenes con sus bebidas. Dicho refresco se llamó New Coke.

Para generar un rápido impacto en la gente, la compañía destinó una millonaria inversión para su campaña publicitaria alrededor del mundo y buscaron personalidades destacadas. En México había mayor interés de apresurar la promoción porque se avecinaba el Mundial de México ‘86, escenario ideal para la venta.

A pesar de la conexión que tenía el público mexicano con figuras nacionales de la época como Lucía Méndez, Verónica Castro, Juan Gabriel, o bandas como Timbiriche, el área de mercadotecnia de Coca-Cola eligió a Mario Moreno ‘Cantinflas’ para ser la imagen de New Coke en México. Consideraron que era el gancho perfecto por su trayectoria y la aceptación que tenía su serie animada Cantinflas Show. Pero no calcularon el riesgo.

Cantinflas se retiró de las pantallas en 1982 cuando hizo su última película, El barrendero. Tenía 71 años. Las críticas al filme no le favorecieron, confirmando lo que se decía sobre él y sus trabajos: que era repetitivo, que la calidad cinematográfica habían disminuido y sus tramas eran moralistas. Sus mejores épocas habían pasado.

La generación de los 80’s no se identificaba con él. Los jóvenes lo veían como un personaje ligado al gusto de sus padres y abuelos, algo antiguo. Para 1985, año en que lo contrató Coca-Cola por dos millones de dólares, Mario Moreno tenía 74 años. En otras palabras, una edad ajena y distante al nicho de mercado que quería captar la refresquera. Por lo tanto, la audiencia juvenil no hizo clic con él en los comerciales de televisión que se hicieron para promocionar New Coke.

Las expectativas fueron a pique. El refresco no se vendía ni en México ni alrededor del planeta. A los fieles consumidores de Coca-Cola no les gustó para nada el nuevo sabor. Tampoco fue del agrado de la juventud que consumía Pepsi. Por el contrario, afianzaron su lealtad con la marca al considerar que la competencia quiso “robarse” su originalidad en refrescos de cola. Las pérdidas de Coca-Cola fueron millonarias y Pepsi se colocaba como la número uno.

La reaparición de Cantinflas a cuadro para publicitar New Coke también fue un rotundo fracaso. La audiencia no recibió bien que se viera avejentado, forzado a decir líneas que no eran ad hoc a su personaje y pasado de moda.

Fue en julio de 1985 cuando Coca-Cola decidió retirar New Coke del consumo mundial para venderla exclusivamente en Estados Unidos. Volvió a la fórmula original para recuperar la confianza de mucha gente que se sintió traicionada por la transformación del sabor que le dio éxito y tuvo que invertir de nuevo en publicidad para reposicionarse.

En tanto, los comerciales hechos por Cantinflas incluso se extraviaron en el olvido. Fue hasta hace 10 años que se rescató un video de aquellos materiales que grabó para Coca-Cola.

Luego de lo sucedido en 1985 se alejó por completo de la vida pública. A nivel personal le pegó más el rechazo de la audiencia que el fracaso refresquero.

Con su fallecimiento en 1993, su hijo Mario Moreno Ivanova comentó que le afectó haber tomado conciencia de que en 1985 ya no era el mismo que fue en su etapa de esplendor, que lo mejor hubiera sido desistir a la propuesta de la empresa para ser su imagen en México.