"Protofémina"
En un mundo en el que la familia tiende a desaparecer, se espera que la mujer deje su rol aglutinador de madre, para transformarse decididamente en el símbolo de la belleza y el erotismo. Su atractivo no debe ser solo físico sino a su vez espiritual, dado que debe suplantar lo que antaño se manifestaba como amor, y que ahora sería contraproducente si lo que se busca es preservar la libertad individual de los seres humanos.
El laboratorio biomédico, ha sido en un principio dirigido por algunos especialistas que naturalmente solían disentir en algunos aspectos relacionados con la ética del desarrollo y la clonación auspiciada por la clase gobernante, por lo que se ha decidido en principio, y para asegurarse de que su respuesta sería acorde con la demanda dirigente, sustituir a dichos investigadores por clones que de antemano fueron condicionados mentalmente a sus facultades relativas al tema que deberían abordar, restringiéndole toda toma de decisiones que involucre su propio sentido de la moral, puesto que en una sociedad cambiante, las normas de conducta también deberían adaptarse.
Si bien en la mayoría de los casos, los clones reemplazarían a la clase trabajadora, siendo preparados para resolver el tema de servicios que las máquinas estaban incapacitadas de desarrollar, en muchos otros, deberían sustituir a los científicos, puesto que con la supresión de la educación a nivel popular, se fue reduciendo la materia prima intelectual de donde obtener ese tipo de recursos.
En cuanto al sentido de la maternidad, se descubrió que la provisión de hijos naturales tratados con biomedicina daba especímenes de mayor calidad que los obtenidos mediante la simple clonación de personas, por lo que la mujer continuó desempeñando su papel de gestora biológica, pero se le restringió la actividad de educadora personal, retirándole a sus vástagos inmediatamente después del parto, para que sean criados por nodrizas clonadas, equipadas con solamente lo necesario para que evolucionen sanamente en un mundo sin relaciones de parentesco.
La mujer entonces, cobró un papel fundamental en la estimulación popular, cuya actividad se ha reducido al ocio y el esparcimiento, dejando de lado todo lo relacionado al desarrollo laboral e intelectual. Para ello, los laboratorios han experimentado con prototipos únicos, que garanticen atraer la curiosidad del hombre, no solo por sus contexturas, que fueron tratadas como obras de arte, con tatuajes multicolores en todo su cuerpo, sino porque poseen el mágico don del misterio, heredado de sus ancestros y que el hombre nunca ha podido descifrar. En un principio, y para reforzar el criterio de libertad absoluta, comprendido en la no dependencia de una relación estable, los ciudadanos tuvieron acceso a ellas mediante el “Biotrón”, un aparato disponible en los centros de esparcimiento ciudadano, donde tanto hombres como mujeres pueden disponer de alguien de cualquier sexo, conforme sus expectativas durante un tiempo determinado, (no mayor de una semana, evitando así la formalización de una relación estable) para hacer su vida más llevadera. Este equipo solo busca la persona requerida en una gigantesca base de datos, que fue creada con los deseos de la población configurados por estadísticas, y los pone en contacto para que inicien su recreación. No es necesaria la compatibilidad de la pareja, dado que todos están sometidos al código de convivencia cívica, que les impide rechazar un encargo.
Hugo y Miguel, se encuentran discutiendo acerca de las bondades de una buena mujer, y los inconvenientes presentados a la hora de deshacerse de ellas, cuando han pasado un par de días en su compañía.
-No creo que sea para tanto –Dice Hugo – yo he conocido algunas chicas con las que se podía hablar de cualquier tema interesante, incluso de futbol sin que me pesara el tiempo transcurrido con ellas.
-Habrás tenido suerte –Responde Miguel –Lo que es a mí, siempre que solicité una acompañante, me tocó alguien que luego del sexo empezó a ser una carga por toda la jornada, aún cuando me esforzara en pedir alguien que se ajuste a mis gustos.
-Tal vez no es cuestión de saber elegir… sino de saber corresponder.
-No te entiendo –Dice Miguel -¿Qué clase de libertad me confiere esa actitud?
-La libertad de conocer el interior de una mujer, que hasta ahora es un misterio. Si tú te empeñas en sacar de ella todo lo que te interesa, sin darle oportunidad de que ella también lo haga, es probable que no te ofrezca lo que estás buscando. Yo creo que deberíamos compartir alguien que reúna las características que ambos deseamos… o mejor aún, una que no las tenga en lo más mínimo y así probar algo diferente.
Ambos sonríen debido a la divertida idea que acaban de tener y se dirigen entusiasmados a la terminal del Biotrón más próxima. Una vez allí, se escanean a sí mismos parándose sobre la báscula e introduciendo sus tarjetas de identificación personal. Una serie de rayos laser recorren sus cuerpos configurando sus datos biométricos desde diferentes lámparas y luego se abre en la pantalla del aparato el listado de opciones de la persona solicitada. El primer casillero corresponde al sexo y lo inicializan sin dudar en “femenino” y luego, simplemente eligen cada una de las aptitudes requeridas al azar y la máquina empieza a buscar en su base de datos, hasta que se detiene en una lista de posibles candidatas, con una imagen holográfica reducida bajo cada nombre. Ambos clavan sus ojos en una hermosa criatura de piel azulada y sin pensarlo activan la conexión con ella. Su imagen se maximiza y empieza una videoconferencia entre los tres.
-“¡Hola!” –Dice Eulalia –Es curioso que mis especificaciones correspondan a una pareja de homosexuales…
-¡No…! te equivocas, ambos somos héteros, solo que estamos muy aburridos y quisimos variar por esta vez.
-“Suena divertido” –Responde ella desde la pantalla y acepta la Holo-conferencia, cuando las lámparas empiezan a girar configurando el ámbito virtual del encuentro.
“Biotrón”
Algunos laser posicionan sus haces alrededor de ambos y uno de ellos ubica la imagen de Eulalia entre los dos, corporizándose virtualmente mientras ellos se conectan los electrodos que les confieren la sensación del tacto. Antes de que alguno de ellos intente acercarse a ella, para comprobar la sensibilidad de su piel, Eulalia los detiene diciendo:
-“¿No creen que están apresurándose un poco?”
Ambos se miran intrigados y al volver la vista a la joven esta ha desaparecido. Desesperados intentan tocar el Biotrón para corregir el supuesto desperfecto, cuando escuchan la risa de Eulalia. Se quedan atónitos y ella les dice: -“Estaría encantada si me prestaran un poco más de atención, en lugar de solo considerar mi cuerpo” – Dice ella mientras empieza lentamente a corporizarse.
-No comprendo –Dice Miguel -¿Hay algo más que puedes brindarnos?
Eulalia empieza a desvanecerse lentamente mientras su voz se escucha cada vez más lejos.
-“Creo que este encuentro fue un error desde un principio…”
El equipo se desconecta y Hugo le dice a Miguel:
-Tal vez ahora comprendas un poco más a las mujeres –en tono sobrador.
-¿Qué debo entender, que tú ya hayas comprendido? –Dice Miguel muy ofuscado.
-En primer lugar, que no debes esperar nada de ellas, sino conformarte con lo que te ofrezcan –Acariciándole la cabeza -Y si ellas no te lo dan… siempre tienes la opción de acudir a tu amigo homosexual…
Miguel lo mira intrigado… y ambos se alejan sin decir nada más.
¡Necesitas ser un miembro de Creatividad Internacional para añadir comentarios!
Participar en Creatividad Internacional