Si Donald Trump es el candidato a la Casa Blanca más improbable desde los Padres Fundadores de EEUU, su esposa Melania le superaría como primera dama. La ex modelo eslovena, con un pasado de sesiones de fotos en lencería, portadas sin ropa, crianza comunista y origen extranjero, constituye una auténtica rareza.

Se casó en 2005 con el magnate vestida con un traje de Christian Dior valorado en 100.000 euros y confeccionado por 28 modistas. Todos los negocios que ha emprendido han quebrado, tanto sus productos cosméticos con caviar hasta su línea de ropa en Macy's, retirada de la circulación por las declaraciones racistas de su marido sobre los inmigrantes que llegaban de México, país donde se elaboraban sus prendas.

Melania Trump podría ser la segunda primera dama nacida fuera de EEUU. Antes que ella habitó la residencia presidencial Louisa Adams, la esposa británica de Quincy Adams, presidente en 1825.

La infancia de Melania transcurrió en Sevnica, Eslovenia: un país de la extinta Yugoslavia presidida entonces por el mariscal Tito y su régimen socialista. Melanija Knavs -su nombre original- fue descubierta como modelo por un fotógrafo en un centro comercial en 1987. Según su biografía oficial, se matriculó en la Universidad de Arquitectura y Diseño de Ljublijana.

Mientras el magnate trata de sumar apoyos y recortar la ventaja que Hillary Clinton le saca en las encuestas, la potencial primera dama hace lo que puede por despejar cualquier duda sobre su vida antes de convertirse en la esposa del empresario.

En los últimos meses varias publicaciones se han hecho eco de que supuestamente habría trabajado como señorita de compañía antes de casarse con Trump. En la librería virtual de Amazon han proliferado las biografías autorizadas y no autorizadas de Melania, de 46 años. Es fácil imaginar cuál es cual. Todo lo que quería saber sobre la futura primera dama lleva por título el libro de Talia Rose. De la casa de citas a la Casa Blanca: la verdadera historia de Melania Trump, dice otro, escrito por Adam Schlecter.

Apartada de los focos desde su discurso en la Convención Republicana Nacional el pasado mes de julio -con la polémica del plagio a Michelle Obama de por medio- , Melania intentó frenar esos comentarios "falsos" primero a través de las redes sociales; después, advirtiendo a los medios de que acudiría a los tribunales para defender su honor "ante quiénes la calumniaran". La mayoría de ellos se retractó (algunos a regañadientes) y pidieron disculpas públicas a la ex modelo. Entre otras razones porque no querían verse envueltos en una guerra con los carísimos abogados del candidato republicano. La cuenta de Twitter de la futurible primera dama dio cuenta de cada uno de los textos de disculpa hacia ella -y de las rectificaciones-.

Este jueves, Melania dio un paso y más y presentó una demanda en un juzgado de Maryland contra el diario británico Daily Mail y el bloguero Webster Griffin Tarpley por difamación. La demandante pide 75 millones de dólares (unos 67,1 millones de euros) a cada uno por las "calumnias" vertidas en sus respectivos medios en concepto de daños y perjuicios, según señala el escrito. Las dos cabeceras habían retirado los artículos en cuestión, pero el Daily Mail no se había retractado ni disculpado en el momento de presentar la demanda. Tarpley si lo había hecho.

"Hay muchas mentiras, entre ellas que la señora. Trump fue supuestamente una escort [señorita de compañía] en los años 90 antes de conocer a su marido. Las acciones de los acusados son tan indignantes, maliciosas y dañinas para ella que estimamos los daños y perjuicios en 150 millones de dólares (144,2 millones de euros)", señaló su abogado Charles Hadler en un comunicado.

El mismo día que la demanda entró en el juzgado, el Daily Mail publicó una nota para aclarar su versión: una especie de rectificación en la que destacaron que lo dicho sobre ella "podía afectar negativamente a la carrera presidencial de su marido".