45

Queridos Adultos:

Lo que deseo decirles, está dicho en cada palabra, lo que pienso
sobre la responsabilidad de los adultos.
Nosotros los mayores siempre estamos vinculados de alguna manera, de alguna forma, con ustedes, no solamente
siendo sus padres, también siendo sus abuelos, hermanos, tíos.
Cuando están enfermos, los médicos y enfermeras están
junto a ustedes.
En cualquier lugar que ocupemos, lo que hagamos y lo que dejemos de hacer, influirá en ustedes.
A veces estamos ocupados en nuestros temas urgentes, dolorosos, preocupantes, fruto alguno del egoísmo, otros de la sin razón, otros de la incapacidad y quién sabe cuantas razones más y amontonan problemas sin resolver en esta única casa que tenemos y que se llama Tierra, permitimos la destrucción de los recursos naturales del planeta, donde ustedes viven y seguirán viviendo.
Encontramos el modo de desenterrar la guerra de los pobres,
mueren mucho por el motivo, que no hay derecho para la gente
pobre, hay irresponsabilidad, de unos pocos, como se podría
luchar por los niños que no tiene previsión, para ser atendidos...
Que injusticia, por ser pobre... Es como un desenfrenado
aluvión, nada ni nadie lo puede detener...
Muchos médicos, que no están “ni ahí” con sus pacientes.
Debemos luchar por una tierra mejor, escuchar es respetar.
Aquí algunos médicos no escuchan ni dan información por un
pequeño enfermo, quiera Dios que con su humildad de amor
cada uno de los niños y niñas para que no pase lo que pasó
en un hospital, mal atendido por "algunos profesionales".

47

ORACIÓN A LOS NIÑOS.


Padre te doy gracias,
porque permitiste participar
de tu paternidad divina,
al darnos los hijos que tenemos.
Son tuyos, queremos que los
lleves de tu mano por el camino
correcto de la vida,
que crezcan bajo tu protección,
que hagan tu voluntad,
aquí y donde estén.
¡Cuídalos Padre Celestial!
Consérvalos buenos y sanos niños,
que en sus almas y sus cuerpos
estés tu para que los protejas.
Que un día alcancen
la verdadera felicidad en la tierra.
Ayúdanos a ser buenos padres,
para que a través de nosotros,
ellos descubran el amor
que tu nos tienes,
para cada uno de tus hijos.
Amén.






49

LA VOZ DE LOS NIÑOS.


El alma de los niños tristes,
es el canto de un pájaro enjaulado,
es como un niño descalzo,
que solo piensa en el calor de las piedras.
La tierra seca son sus manos,
los trenes son sus juguetes,
sueñan con las madres que crían
en la pobreza, mirando la foto de un padre
ausente, se imagina un buen hombre...
Luego entra el poder de la furia,
de tener unos zapatos nuevos en navidad
y desean lo ajeno...
La voz de los niños que son abandonados,
es el alba sin sol, anhelar una familia,
por no tenerla, están al filo del amor,
que triste soledad pasa el niño en su inocencia.
La voz de los niños pobres,
es la leche sin pan, una cunita de madera
o una camita vieja, frazadas rotas, sin sábanas,
que apenas abriga su cuerpo...
Esta es la voz de los niños del mundo,
que son abandonados a su suerte, que no tienen
que comer o que ponerse de abrigo...
Basta con poner un poco de atención
y abrir nuestros oídos y nuestros corazones,
para que la voz de estos niños no se apague
jamás.

51

A MI ABUELITA QUE EN EL CIELO ESTÁ

YA NO ESTÁS AQUÍ.

Si te viera abuelita,
podría decirte tantas cosas,
sintiendo tu mano, me harías niña,
tu nieta regalona, que se acostaba en tu regazo.
Sobre tu hombro, quiero hablarte de mis penas
y mis fracasos.
Ya no estás aquí abuelita, tanto hiciste por mi,
cada frase tuya era mi alivio.
Cuando lloraba, tu secabas mis lágrimas,
con tus tiernas manos, me acariciabas,
sabías como calmar mis penas,
con tus dulces palabras
y una sonrisa en tus labios.
Mi llanto acaba en el momento,
porque tu me hablabas con ternura
y amor.
Abuelita si supieras como te extraño,
Mi espíritu pasaba de la inquietud a la calma,
de la desesperación a la esperanza.
Abuelita ya no estás aquí, te quedaste
dulcemente dormida, aún recuerdo el arrullo
de tus palabras hermosas que dejaste en mi corazón.
Podría contarlas todas, pero son solo mías
y tuyas aunque aquí no estés.



53

EL DOLOR DEL NIÑO.


El llanto y dolor del niño,
nunca desaparece,
solo hay que compartir
su ansiedad,
darle la fuerza suficiente,
para que siga a delante.
Pero él cuenta que su padre
muchas faltas tiene.
El dice: quisiera yo ser medico,
para cuidar el corazón de mamá,
dar la sabiduría para saber,
que nunca será lastimada
por su esposo...
Aquel hombre que juró
darle mucho amor,
no ha cumplido su promesa...
El dolor del niño,
que quiere ser grande,
para cuidar a su madre...









55

LOS NIÑOS.


Corren y corren los niños,
como los locos sueños felices,
ascienden a las estrellas,
para observar su niñez y
sus juegos traviesos...
Los niños son como maquinitas,
si les das cuerda, ya no pararán
y correrán por todos lados,
sin escuchar lo que la madre
les dice:
“Niño no te vayas a caer”.
Pero no escuchan, solo ríen
y siguen jugando...
Al caer saben que estás ahí...
Los niños...













57

EL NIÑO POBRE.

Es el niño del sub.-mundo,
lejano a la ciudad,
donde hay muchas familias
pobres de amor, alimento,
abrigo y techo.
Muy tristes están por la
realidad que viven.
El niño más inteligente quería
ayudar a sus amiguitos.
Ya se acercaba la navidad,
pensó que sería buena idea,
mandar una carta
al viejito pascuero,
con la ayuda de una radio
cercana, donde le dijeron
que podían ayudarlo...
Así fue como escribió
para poder ayudar a sus amigos.
Pero había algo que aquel
niño se daba cuenta;
¿Quién lo ayudaba a él?
El solo respondió: “A mi
solo me ayuda Dios”.
Él solo quería que sus amigos
fueran felices, recibiendo su regalo
de navidad, no le importaba
no recibir algo para él.
Porque se conformaba con un abrazo
y la felicidad de sus amigos.


EL VUELO DE JAVIERA







61

NIÑA DEL MAR.

Me hace recordar mi niña,
a cuando estaba bebé,
una hermosa muñequita...
Sueños de niña,
florece una rosa en el jardín
del amanecer,
mi corazón te ama.
Mi niña del sol radiante,
que nació en una cunita
de oro,
las gaviotas susurran
una melodía al viento,
con su voz suavecita...
Mi linda niña del mar,
carita de seda suave y blanca,
como tus hermosas manitos,
que acarician suavemente,
tan pequeñitas que son,
como su sonrisa angelical,
que da un paseo por el río,
lejano del desierto...
Niña del mar,
te llamo por ser tan bella,
flor del campo,
niña de mi sueños.
Tienes en tu corazón mucho que entregar,
mi niña llevas en tu alma mucho amor,
para dar a quienes te queremos...

63

CUANDO SONRÍES.


Tus ojos se reflejan en una mirada triste,
con tu mágica sonrisa,
puede conquistar con belleza.
El suspirar de tu alma tranquila,
es como la brisa en el amanecer,
que corre por tus mejillas,
llenaste de alegría mi corazón,
cuando sonríes estando yo triste.
Eres luz de mis ojos,
sonríes y llegas al fondo de mi alma,
niña mía de luceros brillantes,
tan fina y linda, flor en rosa,
puesta en mi hermoso jardín...















65

MARIPOSA DE SUEÑOS.


Vuela por el ancho mar, solitaria,
vas vagando por el mundo sin consuelo,
con un silencio, que a lo lejos,
enciende y susurra en silencio...
Su brisa envuelve en hechiza tristeza,
con sus alas que tienen mil colores.
Mil poemas de sueños de niña,
una sonrisa perdida, que no escucha
cantar los pájaros.
Se derriten las rocas en un verso
fruncido...
Con sus labios desliza
un pensamiento de dolor,
con sus alas que adormecen sus piernas...
Un abrazo de amor, quieres recibir.
Mariposa de sueños,
que revolotea lentamente,
por la tibia naturaleza,
sus manos tímidas de niña,
con ellas construye un nuevo sueño,
bebe del pecho de tu madre,
donde te cobijas con tus alas,
en un nuevo amanecer.





67

JAVIERA.


Mi linda señorita,
Dios y tu hermanito
cuidan de ti, para que estés bien,
porque tu eres una flor,
una linda rosa del jardín...
Cada día rezo , para que estés bien.
Niñita mía,
como te amo, deseo de todo corazón,
que estés con buena salud,
para tenerte en mis brazos
y besar tus lindas mejillas.
Javiera, tienes que salir adelante.
Te queremos mucho y
rezamos por tu salud.
Mi hermosa Javiera,
cada oración será un grito
de esperanza, una plegaria,
por ti, para que estés bien.
Dios cuidará y estará pendiente
de mi hermosa muñequita...








69

SEÑOR ME HAS DADO UNA NIETA.


Señor me has dado una nieta,
es la reina de la primavera,
entre todas las rosas.
Que Dios te bendiga,
por tener vida y salud.
Generosos son los ángeles,
que te cuidaron con amor,
ilumina Señor con la luz
de tus ojos a mi pequeña.
Como las flores de tu jardín...
Besando tus mejillas estoy,
dame fe en mi quebranto,
para seguir luchando por ella.
Dale una luz de cada estrella,
para que siga en el sendero de la vida.
Gracias Señor, gracias Dios,
del cielo y el universo,
por tu poder de amor y sabiduría
Para mi pequeña nieta.









71

MI PEQUEÑITA.


Cada sonrisa tuya,
es una sonrisa cubierta
de hermosos pétalos,
como el sol que brilla
en tus mejillas.
Hermoso y lindo jazmín,
que perfuma tu cuarto,
con el aroma de tu piel.
Muñequita de porcelana,
boquita de cereza,
tus manitos finas
como la seda.
Eres como el canto
de una golondrina,
como el susurro
de las olas del mar.
Lo más hermosos pensamientos,
que tengo en el corazón,
son para ti mi pequeñita
y dulce bebita.
Que Dios te bendiga
y cuide de ti,
para que estés mejor
y llegues al que es tu hogar,
aquí donde te espero con amor,
mi pequeñita...


73

UNA ESTRELLA TE ILUMINA.


Una luna brilla en lo alto,
que alumbra una cunita
de encaje blanco.
Una estrella te ilumina
desde lo alto...
La belleza de su mirada,
la grandeza de su alma
y aquel corazón chiquito
que sigue luchando por su vida.
De ese maravilloso hogar,
que te entregamos con dulzura,
para que sea más alegre tu existir,
para sentir tu respiración cada día.
Estrella no olvides iluminar
su cunita de encaje.
Tienes la suerte debajo de tu brazo
y una estrella que te ilumina,
con tus primeros pasitos
de bebé...










75

LLEGASTE...


En tus ojos se refleja una mirada,
en tus manitos traviesas
y con tu mágica sonrisa,
conquistaste mi corazón.
Con tu infinita belleza,
mi alma dejaste plasmada,
de aire libre.
Mi niña hermosa,
la noche llega a su fin,
y se que estás en tu cuna,
llenas de felicidad
mi pobre corazón lleno
de angustia,
cuando creí que estabas mal,
me desesperé,
pero fue una falsa alarma.
Llegaste a mi vida a llenar
mi corazón de felicidad,
mi niña de mirada infinita
y fugaz...








77

ESTÁS...


Estás en mi corazón niña mía,
se hace un camino largo al andar,
tu voz me llama tristemente,
me miras tiernamente,
sonríes, pero a veces lloras...
Triste está mi alma al verte,
con esos aparatos en tu nariz.
Son noches eternas,
quiero verte salir de ahí...
Al amanecer despiertas,
pidiendo tu leche,
la luz de tu mirada
refleja arte de amor,
cuando vez llegar a tu madre.
Estás presente en mi vida,
espero que no te vayas nunca.












79

MI NIETA.


Es una hermosa niña de ojitos negros,
ha nacido en cuna de plata,
donde los juguetes le sobran
para jugar.
Es una linda niña vestida de tul,
con sus zapatitos de charol blanco,
como la nieve en invierno.
Ríe a carcajadas, mirándome,
sabe que la adoro, por ser
una niña especial.
Javiera es como la luna que brilla
en el desierto, todo lo alumbra,
es como una estrella,
que ilumina mi camino.
Que hermosa bebé,
nació antes de tiempo,
con problemas difíciles,
pero ella quería vivir, se dio fuerzas
y venció la muerte.
Ahora quiero cuidarte pequeñita linda,
quiero que sonrías, que juegues, cantes, bailes...
Con solo ocho meses de edad,
ya eres mi mundo y mi vida.
Dios te bendiga y te tenga por mucho tiempo
en la tierra a mi lado.



81

TU MI GRAN TESORO.


La luna iluminó mi camino,
donde encontré un gran tesoro,
una bella muñequita,
que el sol abriga su cuerpo,
las estrellas le dan brillo a sus ojitos.
Tu mi gran tesoro, mi linda niña,
que naciste del vientre de tu madre,
para alegrar mi vida,
Dios estará contigo en todo momento,
para que estés bien sanita.
Tu eres mi gran tesoro,
el que encontré cuando mi alma
estaba perdida.
Fue un maravilloso momento,
tenerte conmigo mi nietecita querida.





















El dulce aliento de tu mirada
llena de luz nuestro hogar.















DEDICATORIAS







87

A MI HIJO DANIEL CON AMOR.

Eres la razón de mi existir,
el ser que más quiero sobre la tierra,
la persona más importante en mi vida,
por eso quiero que sigas adelante,
por tu pequeña hijita,
que te ha dado y te dará muchas alegrías,
sabes que ella trajo a nuestro hogar la dicha
y la alegría y para que tu sientas el amor
cuando te diga papá.
Hijo, lucharemos juntos por la salud de tu hija,
siempre estaré cuando me necesites...
Imagina ver a tu hija grande, correr por los pasillos
de la casa diciéndote papito,
tus ojos se llenarán de lágrimas y la alegría
desbordará tu corazón.
Ella con su sonrisa, llenará el vacío que dejó
tu pequeño hijo, que cada día, desde el cielo,
protege a la princesa de papá.
Sabemos que a veces es triste la vida,
pero debemos recordar con firmeza y alegría,
que está tu hija, que te quiere, y te pide
que luches por ella.
Hijo, con mucho amor te dedico estas palabras,
desde el fondo de mi corazón,
sigue adelante...
Tu mamá que te ama...



89

A MIS HIJOS CON AMOR.

Para mis hijos a quienes quiero,
amo y deseo lo mejor.

Jeannette; mi hija mayor a la cual
le doy las gracias por su amor de
hija.
David; Mi ovejita negra, a quien
quiero mucho por estar lejos de
casa.
Carolina; Mi niña, a pesar de su
mal carácter, es mi hija que quiero
mucho.
Daniel; Mi pequeño niño, le digo
con cariño, que siempre está
demostrándome su ternura.
Jaqueline; Mi hermosa princesa,
tierna y cariñosa, te quiero mucho.

Les deseo lo mejor a mis cinco hijos.










91

Reflexión:

Cuando los gemelos nacieron, fue una gran alegría de
tenerlos en poco tiempo en casa.
Javiera y Damián, dieron alegría en casa con los demás
nietos, como Juanito, Joicy, Paula y Felipe, que llenan
de alegría mi hogar, momentos de felicidad completa.
Muy poco duró la felicidad de la llegada de los gemelos,
porque uno de ellos, Damián, se fue al cielo.
Ahora es un ángel de Dios, Javiera se quedó con nosotros
y está mejorando poco a poco.
Es la esperanza que Dios nos ha dado para seguir adelante,
luchando para que todo esté bien junto a todos mis nietos...


Damián:

Aquí dejo esta historia, para que tu estés descansando en
paz, ya que este libro es justicia, para los niños que mueren
en los hospitales, sin saber por qué...


Javiera:

Doy gracias a Dios por estar a tu lado y darnos alegría
a nuestros corazones.




93

Yo, María Ahumada, dejo expreso en este libro poemas y relatos, para los niños que no tienen culpa de haber nacido... Para luego quitarles la vida...

Siento una impotencia, por no poder hacer nada, cuando en los
hospitales hay médicos con título sin saber lo que significa...
No hablo de todos los médicos, sino de algunos que no tienen
vocación para serlo.


Par mi ha sido doloroso escribir este libro,
me duele profundamente el corazón.
Escribir tantas tristezas y verdades, por eso
este libro está dedicado a los gemelos,
Damián Ignacio que en el cielo está y a
Javiera que está en la tierra recuperándose
muy bien.
Quien escribe es su abuelita, que con mucho amor
y tristeza escribió este libro.
María Ahumada.