MADRE TU ME DISTE.

Madre tu me diste mucho amor,
mi niñez fue especial,
hasta que llegó el momento
de las lágrimas caídas por el dolor.
Nunca comprendí el cambio hacia mi,
yo también era tu hija como tus otras hijas.
¿por qué madre ese cambio repentino
hacia mi?
Le causaste mucho dolor a mi corazón,
mi alma sufría mucho por tu actitud,
tu indiferencia y tu egoísmo,
¿por qué madre?
yo igual era tu hija
a la cual le diste la vida.
Mis hermanas eran todo para ti,
la diferencia se notaba mucho.
Yo solo me pregunto:
¿por qué madre, por qué?
No hay una respuesta ¿verdad?
Nunca te comprendí,
ni entendí la diferencia hacia mi.
Madre dime, ¿acaso yo no era tu hija?








62

LA MUERTE DE MI MADRE.

La muerte de mi madre atormentó mi alma,
mi corazón mucho tiempo paso llorando por ella,
porque la amaba demasiado.
Mi madre, la cual respeté y quise mucho,
su muerte me causó mucho daño.
Al despertar en las mañanas,
siento que besará mis mejillas,
pero solo es un sueño.
Que noche negra he pasado con mi tristeza,
es un camino muy largo a seguir,
no puedo alcanzarlo.
¿Qué está sucediendo con mi mente?
Solo quiero llorar por ella.
Madre, sufro mucho tu ausencia,
tu eras la belleza de mi corazón,
que como una flor iluminaba tu sonrisa,
pero la muerte deshojó aquella linda rosa
que un día te regalé.
La muerte de mi madre me ha dejado sola y triste.











64

NO LLORES.

No llores madre, yo te ruego
que no sufras por mi.
Mi dulce encanto, mi amor,
mi corazón está contigo,
jamás te dejaré,
secaré las lágrimas,
que quebrantan tu alma,
la luz de tus ojos reflejarán
tu alegría.
Cuando estoy contigo,
veo tristeza en tus ojos,
a veces, están llenos de sufrimiento,
el llanto reflejado en tu rostro
veo cada mañana.
No llores más mamita,
mi corazón y mi alma están contigo.














66

BELLEZA PURA.

¿Hay algo más hermoso que las flores?
La belleza pura de una viejecita,
la bella sonrisa de un anciano,
que supera el dolor de un niño,
eso es belleza pura.
Dulce caramelo, es una linda abuelita,
hechizada de amor,
embruja mi corazón al hablar de cariño,
capullito de gloria del cielo,
eso es belleza pura.
Admirable palidez,
ante la magia del amor de los abuelos,
cultura divina, palpitante, bella mujer
que estás llena de emoción.
Hombre anciano bueno,
que con tu ternura, iluminas la sonrisa
de un hombre afligido.
Perfumada belleza pura,
eso es el adulto mayor.











68

MI ABUELITA.

Ahí ,entre la luz del sol,
está mi abuelita,
como hecha de penas y recuerdos.
Allí está la silla,
que usa cada mañana,
mi abuelita...
En las tardes frías,
abriga su cuerpo,
de su vejez interminable.
Ella espera al abuelito,
cree que regresará.
Ella con su tierna voz y dulces palabras,
cuenta sobre sus nietos,
como cuento
que se hace historia.
Ella es muy viejita,
le da su querer
a quien quiera recibirlo.
Mi abuelita comparte
con más abuelitos
su triste soledad,
para llenar de alegría su corazón.
Mi abuelita es hermosa,
como una flor silvestre,
esa es mi abuelita.





70

LA MUERTE.

Ella vino un día sin que la llamaran,
atormentando mi mente, mi alma y mi corazón.
Mucho tiempo pasé llorando,
yo la amaba mucho, pero vino la muerte
y se la llevó, se llevó a mi madre,
la cual respeté y quise mucho.
La muerte vino negra como la noche,
llena de sufrimiento, dolor y mucha tristeza.
Era un camino que tenía que recorrer,
yo no sabía que estaba sucediendo conmigo,
mi mente ya no pensaba, solo lloraba
de tanto pensar que ella se la llevó.
Mi alma sufría mucho por todo lo que pasaba,
solo quería que la muerte me llevara con ella,
tanto era el vacío que había en mi,
que me fui al río, donde corría el agua,
lloré mucho, nadie podía secar mis lágrimas.
Pedí a Dios que me ayudara, pedía a la muerte
me llevara, pero no fui escuchada.
Era más fuerte que creer que estaba muerta,
ella lo era todo para mí, mi único consuelo.
Atormentada por la muerte de mi madre,
siempre estoy triste y solitaria, aún pienso
en ella, aún pienso en su partida,
cuanto la extraño, su muerte fue mi gran dolor.
La muerte, no quiero que vuelva por aquí.




72

BELLEZA Y NOSTALGIA.

Va naciendo una mujer sencilla,
que escribe sus poemas con nostalgia,
naturalmente es como una amapola,
que va creciendo en su jardín.
El agua libre, es su llanto,
ella es luminosa con sus poemas,
su corazón se volvió nostalgia,
con sus suaves palabras,
con su escritura romántica,
sinceridad, es la que tiene,
es maravillosa, tiene paz por fuera
y en su interior mucha pena.
Su belleza, la llena de nostalgia y dolor,
abre su espíritu con Dios,
pero siempre está triste,
sus ligeras palabras,
que salen de su corazón,
como una poesía romántica.
Su belleza, su nostalgia
la hace ver a ciegas la realidad
que ella vive con su dolor,
su belleza es su nostalgia.








74

UNA HERIDA EN MI CORAZÓN.

Con una herida en mi corazón
me dejaste madre.
En estos momentos culpo al dolor
de mi alma,
que me hizo sufrir mucho.
Hace poco tiempo te he perdido,
ya se me agotan las lágrimas,
se registró en mi una pena
que desplomó mis sueños
de haber perdido a mi madre.
Fue una tristeza que ahonda
en mis pensamientos,
de tanto pensar en ella,
su mirada triste en el féretro
dormida estaba con su belleza
y sus cabellos negros.
Sé cuanto la he amado
y cuanto la he necesitado ahora.












76

AUSENCIA.

De tu ausencia cruel en mi vida,
espero en vano madre mía.
Mi herido corazón llorando
implora mi vida triste sin ti.
Solo en ti pienso a todas horas,
en mis desvelos anhelo tenerte conmigo,
desde una ventana, besando tu imagen
en un retrato.
Lejana soledad, que angustia mi pobre alma,
devora la humedad de mis ojos,
al caer mis lágrimas,
buscando una esperanza,
llora el alma mía,
oprimiendo mi pecho de dolor .
Ausencia que llega arrastrando
sombras adoloridas.
Tu ya no estás y yo recordándote,
reviviendo mi herida honda
de un camino sin fin.
Te amo madre, estás ausente,
perdida en el cielo, te alejaste de mi
en una mañana sin destino.
Una flor puesta en tu tumba
llora tu ausencia.






78

MIS SUEÑOS.

Me dejó triste,
en una noche de lluvia.
Inolvidable momento
en que la angustia
surgió en mi corazón.
Sueños amargos,
incompletos, sin piedad.
lejano sentimiento...
Yo lucho para seguir
un rumbo sin penas.
Quiero buscar un rinconcito
para guardar la tristeza
de mi corazón.
quisiera buscar
lo más querido de alma,
pero ya no está, se fue.
Solo era un ser muy especial,
que yo mucho amé,
era la flor más linda
sobre la tierra.
Era mi madre querida.









80

POR ELLA.

Mi madre es nieve, igual que el alba,
por ella supe del cielo,
de la belleza de las flores,
del sitio de ensueño,
de la luz de la esperanza,
su regazo siempre tierno.
Por ella conocí la dulce ternura,
el agua pura que fluye por los ríos,
el consuelo de mi llanto.
Ella me dio sus principios,
la miel del canto,
que se oía de su voz.
En mi infancia ida,
ella estaba conmigo,
veo un lirio al borde del bosque,
detenida al pie de mis sueños,
veo a mi madre que reza por mi.
Por ella conocí el amor...












82

LLEVO EN MI PECHO.

Llevo en mi pecho mil tristezas
al verte llorar,
sin ti acaba mi existencia,
nada me hace feliz, si no te tengo conmigo:
esa mirada triste,
esas lágrimas en tus ojos,
las cuales hice caer tantas veces,
por eso llevo en mi pecho el dolor
de no pedirte perdón.
Tu que todo me diste, sin decir nada,
callabas ante mis hermanos y mi padre.
Ahora voy vagando con mi triste pensamiento,
no poder verte cerca de mi.
Madre me llevo en mi pecho la herida
de tu amor inmaculado.
No escucho tus palabras por ser como fui
contigo, el castigo que merezco,
llevando mi pena dentro de mi pecho
y mi corazón.













































86

AMOR MATERNAL.

Un niño, en su blanda cama, reposa,
mientras canta una voz de mujer,
entramos y contemplamos al niño
que sueña.
No tiene frío ni calor,
el pequeño niño no siente hambre,
ni sed, aunque mil remiendo
su lecho está.
El niño duerme feliz,
porque su madre está con él,
su cuerpo, un sabio bien lo supo ocupar,
lo protegió de la lluvia.
Ella siempre junto al niño,
un bello canto que sale de su corazón.
Con alegría suplica una oración a Dios,
en su oración pide que cuide a su pequeño.
Es amor maternal, el más hermoso
de todos los amores.


















































































































94

PAPA.

No se que decirte he llorado tu muerte,
cada día, cada noche.
He sufrido mucho tu ausencia,
me mata el dolor,
sola y triste con mi pena he quedado.
Papá que tristeza tengo
en mi alma, solo dime
¿te encontraré algún día?
Papá no sabes cuanto te extraño,
tu ausencia me duele mucho,
te fuiste y me dejaste
sin decir ni adiós.
Hoy quiero estar contigo papá,
pero ¿cómo?
Si estás en el cielo con Dios.
Te quiero mucho papá.














96

LA PATERNIDAD.

A veces los padres, no sabemos comprender ni entender a nuestros hijos, ellos nos necesitan más que nunca.
El tiempo actual es muy duro para ellos, necesitan apoyo y comprensión, necesitan ser escuchados, piden a gritos poder confiar en ellos.
Somos muy pocos los que escuchamos a nuestros hijos, nos olvidamos a veces de ellos, debemos entender que nuestros hijos son lo primero en todo. Ellos necesitan preguntar y que los escuchen y pongan atención a la situación.
El amor de madre es muy importante para los hijos, no importa la edad que tengan, no los abandonen a su suerte, aún es tiempo de reaccionar.

La paternidad con amor, sabiduría y cariño es lo mejor. En el hogar se debe tener paz y armonía, dejar opinar a los a los hijos y llamarles la atención cuando sea necesario, en la niñez, la adolescencia, en la adultez, siempre se debe estar con ellos.
Ellos creen en ustedes, no los abandonen.












98

confesable revindique la carme de su carne.





































































































































106

llamó la atención y me pegó una bofetada, me dijo que no quería saber nada... Luego me dijo: -Que el joven venga a conversar conmigo-. Le dije a mi amor que mi papá quería conversar con él y que fuera bien vestido, pero él me dijo que iría como a él le guste. Llegó a casa y fue con ropa de trabajo, imagínense como lo miró papá.
Él le dijo a mi padre que tenía buenas intenciones, que quería casarse conmigo, papá nos dio permiso y así mi amor abandonó la casa. Al cerrar la puerta mi papá me dijo: -Jamás te vas a casar con ese atorrantoso , no tiene donde caerse muerto-. Yo le dije que me casaría igual con él, quiera o no quiera. Respondió con violencia y dijo: -A mi no me faltas el respeto, “mierda”-. Dándome una bofetada, que casi me botó, pero no le di el gusto de llorar frente a él.

Mamá lloraba, porque le tenía miedo a papá, siempre hacía lo que él quería. Era mujeriego, siempre golpeaba a mamá. Un día uno de mis hermanos lo enfrentó y le pegó. Mi papá nunca más lo miró como hijo.

Bueno los meses pasaron y fueron los más hermosos de mi vida, ya que mi amor era el hombre más lindo, tierno y sincero que yo había conocido. Me trataba como a una reina y era muy cariñoso. ¡Qué más podía pedir!.

Después de nueve meses llegó el día de mi matrimonio civil, se realizó a las once de la mañana. Mamá nos hizo un almuerzo. Papá no estaba porque trabajaba en una empresa de la ciudad. Yo estaba feliz ya nada podía empañar tanta felicidad.



108

hemos sabido superarlo, somos buenos amigos, conversamos, vamos a pasear. Nuestros hijos están crecidos. Ahora nos toca disfrutar nuestra vida juntos, ya que llevamos años de casados, gracias a Dios no tenemos grandes problemas, nos amamos y amamos a nuestros hijos y eso es lo más importante en una familia. Mi esposo me ha dado mucha felicidad y amor, cuando tengo tristeza él está a mi lado acompañándome para superar todas mis penas. Soy sensible y él lo sabe, cualquier cosa me afecta, por eso tengo siempre su apoyo.

Solo quiero dejar esta historia hasta aquí, ya que hasta el momento estoy bien y mi familia también.

Gracias Dios mío por darme esta felicidad.