Respuestas a esta discusión

Permalink Responder para Creatividad Internacional el marzo 19, 2010 a las 5:38am

Un escritor, sobre todo si es famoso, es una figura pública, la privacidad se diluye. Aunque lo importante es su obra, no su vida privada.

Permalink Responder para Rodolfo Didier el marzo 19, 2010 a las 8:00am

Interesantes las opiniones sobre la privacidad de un escritor. Comparto lo de figura pública, puesto que si su nombre sale en los periódicos, revistas, en la web, se escriben ensayos y biografías sobre el escritor, pues es una figura pública, quiérase o no.
Estoy de acuerdo que todo el mundo tiene derecho a su vida privada, pero el escritor, como un pintor o un actor o un cineasta, están a los ojos del público. No debiera de mezclarse la vida privada con la obra, pero es así. Gajes del oficio.

Permalink Responder para Julie Zavala el marzo 19, 2010 a las 8:13am

Cuando se está en los diarios y en todas partes, pues se es una "figura pública, y a veces es necesario, las cartas de Franz Kafka son un ejemplo, ya que nos ayudan mejor a ver su obra. Otras veces es sólo chisme. Pienso ahora en Sandra Bullock, a quien admiro mucho, todos los medios dan la noticia que dejó a su esposo, que este la engañaba con una chica llena de tatuajes, en fin, nada de esto tiene que ver con sus películas y su trabajo de actriz. Pero es una noticia y los medios la propagan.

Permalink Responder para Julie Zavala el marzo 19, 2010 a las 9:18am

Kafka era desconocido cuando murió, pero al publicarse su obra gracias a su amigo Max Brod, se ha convertido en alguien sobre en que se han escritos centenares de ensayos y libros, son patrimonios de la humanidad. Sus cartas, además de las de Milena, a Max Brod, dan una idea de su época, así como sus 'Diarios'.

Permalink Responder para Francesca Oliver el marzo 19, 2010 a las 1:13pm

La vida de un escritor, aunque viva en la 5ta. Ave. de New York, muchas veces es importante para conocer su obra. Un ejemplo de esto es Truman Capote, que escribía sobre el mundo de la Jetset neoyorquina, viviá en la 5ta. Ave y sí le hacían caso.
En cuanto a Salinger, quien en EE. UU. se estudia en los colleges y universidades, si creo que es un personaje público, ‘The Catcher in the Rye’ es como ‘A Confederacy of Dunces’, de John Kennedy Toole, obras que todos los jóvenes con inclinaciones literarias hemos leído. Y por supuesto, deseamos saber más sobre ellos, quiénes eran, cómo llegaron a escribir esas obras, que todos quisiéramos escribir, pero pocos pueden.
La vida de Salinger también tiene relación con su obra, en relatos suyos como 'Un día perfecto para el pez banana', sobre un ex soldado suicida, y también 'Para Esmé', con amor y sordidez, narrado por un soldado traumatizado, se manifiestan sus experiecias como soldado de infantería que participó en el desembarco de Normandía en 1944, nada fácil, si leemos esto a través de otro escritor como Norman Mailer en su novela ‘The naked and the Dead’.