Crónica realizada por Mª Ángeles Salas Moneo.
El pasado 5 de julio tuvimos la oportunidad de conocer y escuchar a una mujer del norte que, a través de su profunda mirada, portadora de brumas, claridad e inteligencia, nos encandiló a todos los que estábamos esperando sus palabras en el acto de presentación de su libro: “Los malos del cuento”.
Con la sala llena de público, Espido explicó que, con esta “guía”, se propuso descubrir y desenmascarar a todas esas personas tóxicas, personajes venenosos que, como los vapores que posee el amoníaco, se introducen en nuestro organismo llegando a veces a intoxicarlo, hasta tal extremo, que puede hacer peligrar nuestra propia existencia.
Vampiros, brujas, psicópatas…, y una larga retahíla de grotescos seres, humanizados gracias a la mordacidad de su pluma, fueron discurriendo pacíficamente por el auditorio, que la escuchaba con expectación.
Espido, a partir de un razonamiento detenido y metódico, expuso los comportamientos más extremos de los personajes de algunos cuentos y viejas leyendas para transvasar sus actitudes y comportamientos a las conductas que mueven a las personas en la actualidad. Realmente sorprendente.
También recordó algunos sucesos trágicos, y los paralelismos de sus ejecutantes con determinadas actitudes de ciertos sujetos a la hora de manipular a sus víctimas y de proceder contra ellas.
Dio un breve paseo por la historia, nos habló de reyes y reinas, de héroes y personajes bíblicos, de relaciones familiares, de sagas juveniles y de lecturas que enganchan, aun cuando la trama se cae por inconsistente.
Decía la Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, que para disfrutar de la lectura lo importante es que se establezca un vínculo entre el lector y la palabra escrita, y Espido Freire, la princesa que vivía entre las brumas del norte, lo estableció desde el primer momento con este magnífico ensayo.
Solo nos queda agradecer su presencia, su entusiasmo, y la promesa de volver a estar entre nosotros. Mientras, seguiremos su consejo: “estaremos alerta”.
Hasta pronto, Espido.
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